Natalí Leal Gómez, gerente de Opain, representa los valores del liderazgo femenino en los que cree y promueve Grupo Argos, y que la convirtieron recientemente en la empresa más amigable con las mujeres en el mundo según un estudio de Forbes. La historia de vida de esta colaboradora del Grupo Empresarial Argos está llena de tesón, disciplina y esfuerzo.
Natalí Leal es una mujer que se le ha medido a todos los retos que se le han presentado en el camino. Es abogada, especializada en derecho comercial y financiero, con maestría en leyes (LLM) de la Universidad de Northwestern de Chicago y Maestría en administración y dirección de empresas de la Escuela de Organización Industrial de Madrid, certificada en administración de negocios por el Instituto de Empresa – IE de Madrid.
Creció en una familia compuesta en su mayoría por mujeres en la que siempre estuvo presente el sentido de apoyo y comunidad. “Mi mamá es mi modelo a seguir y la persona que más he admirado en la vida. Era una mujer excepcional, valiente, generosa y muy amorosa. Fue referente para las personas que tuvieron la fortuna de conocerla de cerca pues siempre estaba dispuesta a ayudar y aconsejar a quien lo necesitaba. Gracias a ella tengo claro que con trabajo, disciplina y dedicación todo es posible.” recuerda Natalí con una sonrisa.
Siempre inquieta y pensando en el futuro, Natalí comenzó su carrera profesional como abogada en una firma pequeña de asesoría legal y después entró a trabajar como abogada senior y representante legal para asuntos judiciales en la administradora de fondos de pensiones y cesantías BBVA Horizonte. Posteriormente, comenzó a trabajar como especialista de asuntos legales y financieros en Protección Pensiones y Cesantías (dejando por un tiempo su ciudad natal, Bogotá, para trasladarse a vivir a Medellín.
“En Medellín, tuve la fortuna de trabajar con gente maravillosa y de crecer intelectualmente. Después de tres años, mi jefe me animó a postularme a una beca para hacer una Maestría en Derecho mediante el programa de becas de la Unidad de Conocimiento. Al mismo tiempo, me llamaron de Grupo Argos para que participara en un proceso de selección para una nueva área de cumplimiento que pensaban crear. Después de un proceso muy competido me gané la beca y casi al mismo tiempo fui seleccionada para ocupar la dirección de cumplimiento de Grupo Argos. En ese momento, me vi enfrentada a decidir entre la beca y el nuevo trabajo y, después de pensarlo mucho, me decidí por el segundo. Una vez contratada en mi nuevo rol, uno de los lideres de Grupo Argos me abordó y para mi sorpresa me contó que recibió una llamada de mi antigua jefe para pedirle que me mantuviera la beca. ¿Por qué no hablas?, me dijo sorprendido, si no me hubieran llamado habrías perdido la oportunidad de estudiar becada”. En ese momento descubrí que, a pesar de haber sido criada en un entorno de igualdad, no era hablar acerca de mis necesidades. Esto es muy característico en algunas mujeres, tenemos una tendencia muy marcada a no confiar lo suficiente en nuestras capacidades y no pedir lo que creemos justo por miedo a parecer demasiado demandantes. Ese día tomé la decisión de hablar acerca de lo que considero importante.
En su paso por el área de cumplimiento de Grupo Argos, Natalí trabajó con un equipo con el que logró cumplir sus metas y recoger experiencia en la materia. “En Grupo Argos me pude desarrollar profesionalmente a otro nivel, aprendí cómo se estructura un área desde cero y la importancia de llegar al máximo nivel posible. Desarrollamos un programa de compliance que recoge los mejores estándares internacionales en un momento en el que esto era muy nuevo en el país para entidades diferentes a las del sector financiero”
Posteriormente, la llamaron para replicar el modelo en Odinsa (empresa de concesiones viales y aeroportuarias de Grupo Argos) como Oficial de Conducta y de Cumplimiento: “En Odinsa el cambio fue total, aprendí acerca de un sector totalmente nuevo para mí y tuve la fortuna de trabajar con personas excepcionales que impulsaron mi crecimiento profesional de forma exponencial.”
A comienzos de 2019, después de tres años de labores en la empresa de concesiones viales y aeroportuarias de Grupo Argos, comenzó un nuevo desafío como Gerente de Asuntos Legales e Institucionales de Opain, concesionario del Aeropuerto El Dorado, cargo desde el cual lideró la estrategia legal, de comunicaciones y de sostenibilidad. En este rol hizo lideró importantes procesos de financiación y negociación del aeropuerto con entidades nacionales e internacionales.
“Me encantan los retos y el aprendizaje continuo, por eso sin pensarlo acepté la propuesta de trabajar en el Aeropuerto. Eso sí, nunca me imaginé en lo que me estaba metiendo. Esta operación es de otro nivel y los temas que se manejan son tan variados que se requiere una dedicación casi de tiempo completo. Este aeropuerto es como una ciudad pequeña y, por lo tanto, pasa de todo. Atendemos a casi 36 millones de pasajeros al año y somos más de 25.000 personas de alrededor de 700 entidades, públicas y privadas, trabajando colaborativamente para que esto sea posible. Es un trabajo muy intenso y tremendamente exigente, pero hoy puedo decir que nunca antes había aprendido tanto y en tan poco tiempo. Haber aceptado trabajar en el aeropuerto ha sido una de las mejores decisiones profesionales que he tomado, salí de una zona en la que estaba muy confortable a un mundo nuevo lleno de enormes retos, pero también de experiencias y aprendizaje invaluables y tengo la fortuna de estar rodeada de un equipo de personas inmejorables”.
Después de más de 20 de años de trayectoria laboral, de haber viajado por varios países con el fin de aprender y mejorar su perfil profesional y de recibir, gracias a su trabajo, infinidad de aprendizajes en torno al trabajo en equipo y al rol de las mujeres en el mundo empresarial, Natalí no duda en afirmar que, aunque nunca se ha sentido excluida por ser mujer, sabe que esa no es la generalidad, y que por eso, las organizaciones deben trabajar mucho más por brindarles a las mujeres unos ambientes más saludables y seguros en su trabajo: “creo que a las mujeres no deben darnos un trato diferente por ser mujeres. Lo que deben hacer las organizaciones es igualar el terreno y permitirles a todas las personas competir en igualdad de condiciones sin importar su género. He tenido la fortuna de trabajar con hombres y mujeres en diferentes roles y trato de no caer en sesgos de género y de enfocarme solo en las capacidades de cada persona. Me gusta rodearme de personas que, sin importar su género, trabajen con dedicación, tengan iniciativa y sean curiosas intelectualmente. Todas las mujeres, desde niñas, deberíamos saber que no hay roles solo de hombres o solo de mujeres. En Opain tenemos como ejemplo a las bomberas, que históricamente ha sido un rol más asociado a los hombres y que las mujeres también desempeñan de manera extraordinaria”.
Natalí Leal, gerente de Opain, es un ejemplo de liderazgo. Con su historia quiere mostrar que las mujeres pueden lograr sus metas, valorando sus propias fortalezas y enfocándose en su propio mejoramiento: “Creo que un profesional integral además de enfocarse en la excelencia de su trabajo debe esforzarse por construir una buena reputación personal, generar credibilidad como líder y ofrecer un trato amable a todas las personas. En mi vida laboral, soy muy exigente y estricta pero mi trato hacía los demás es respetuoso y cordial y creo que este balance es indispensable. Antes de ser nombrada gerente general de Opain, no era consciente del impacto que mi rol puede generar en otras mujeres. Muchas mujeres se me han acercado para felicitarme y decirme que se sienten motivadas por mi historia para lograr sus propias metas, por eso tengo además la responsabilidad de mostrarles que sí se puede”.